Columna Insurgente

En el Distrito Federal y sus alrededores son cada vez más frecuentes las ciclovías, espacios creados y en algunos casos readecuados para el libre tránsito de los ciclistas, y que tienen como objetivo primordial impulsar el uso de la bicicleta como un medio de transporte alterno, viable y seguro, además de promover una ciudad sana, competitiva, equitativa y sustentable.

De hecho, recientemente el Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard dio a conocer que en diciembre, al término de su Gobierno, extenderá el servicio de Ecobici a 11 zonas para llegar a 100 mil usuarios y dejar 42 kilómetros de ciclovías confinadas con nuevas señalización. Lo cual resultaría en un gran avance para una ciudad de vanguardia.

En México continúa la lucha entre liberales y conservadores, aunque ahora la disputa por el país es entre la izquierda y los neoliberales, pero siguen siendo los mismos bandos: los que queremos un país de libertades, laico como lo dejó Juárez, contra los conservadores que quieren devolverle privilegios a la Iglesia por los apoyos recibidos, garantizar sus ganancias a los más acaudalados y cerrarle las puertas a la democracia.

En la época de Juárez, los liberales lucharon por la Independencia de México, convencidos de la necesidad de instaurar una República, y los conservadores aspiraban a traer a un noble de España a gobernar a México.

Estos días ha sido noticia la aparición de vestigios de la cultura tepaneca en un predio de Azcapotzalco, y a nadie le genera sorpresa el hallazgo. Los habitantes de esta delegación mantenemos en alto el orgullo de nuestro pasado tepaneca y la palabra "chintololo" es nuestro signo de identidad.

Este tema nos obliga a reflexionar sobre los signos de identidad de nuestras comunidades, el orgullo que representa para nosotros confirmar un origen, una historia.

Los gobernantes de las grandes ciudades con frecuencia olvidan aquella frase de "origen es destino". Siempre presionados por la modernidad, de pronto parece que la tradición es un obstáculo para el desarrollo.

Tal y como lo comentamos en la colaboración de la semana pasada, el vaticinio se cumplió cabalmente, los habitantes del Distrito Federal refrendaron su compromiso de darle nuevamente su voto de confianza al proyecto de la izquierda, a través de Miguel Ángel Mancera, quien tomará las riendas capitalinas en diciembre próximo.

Con un porcentaje histórico de votación 63.56 % de las preferencias hasta el momento, dejando muy por debajo a sus contrincantes, el nuevo Jefe de Gobierno tiene la gran responsabilidad no sólo de dar continuidad, sino de mejorar los proyectos en materia social, económica, cultural, educativa, etc, que desde la instauración de la democracia en el Distrito Federal en 1997 con el ingeniero Cárdenas, se han establecido.