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25/06/2012
La semana pasada se difundieron diversos estudios de opinión que señalan que los partidos de izquierda (PRD-PT-MC) obtendrán un triunfo más que contundente en la Ciudad de México. Desde mi punto de vista esto se explica por tres factores: 1) El desempeño de Marcelo Ebrard en la Jefatura de Gobierno (las encuestas referidas muestran que el nivel de aprobación promedio de Ebrard es de 66%, 7 puntos porcentuales por arriba de la que obtuvo Rosario Robles en marzo de 2000, donde alcanzó el 59%, y 14 puntos más alta que la de Alejandro Encinas en abril de 2006, de 52 por ciento); 2) La imagen de Miguel Ángel Macera, candidato del Movimiento Progresista a la Jefatura de Gobierno pues prácticamente 8 de cada 10 capitalinos tienen una imagen positiva del Dr. Mancera, lo cual, sin duda, está asociado a su gestión al frente de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, y 3) el triste desempeño de las abanderadas del PRI (Beatriz Paredes Rangel) y del PAN (Isabel Miranda de Wallace), así como su falta de propuestas y creatividad para atraer la atención de los capitalinos.
De confirmarse el escenario planteado por Parametría (http://www.parametria.com.mx/), Buendía&Laredo (http://redpolitica.mx/canal/encuestas) y Reforma (http://gruporeforma-blogs.com/encuestas/) estaremos frente a una victoria de la izquierda sin precedentes en el Distrito Federal. Ni Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, ni López Obrador en 2000, ni Marcelo Ebrard en 2006 ganaron con los márgenes que las encuestas dan en este momento a Mancera; la más discreta le concede una intención de voto del 65%.
Pero los números no sólo muestran una inminente victoria del Movimiento Progresista en la elección de Jefe de Gobierno, se espera una situación similar en la elección de Diputados a la ALDF y en las jefaturas delegacionales. Por primera vez, desde 1997 el PRD y sus aliados podrían ganar prácticamente todos los espacios en la disputa para la Asamblea, salvo los de representación proporcional.
En el caso de las delegaciones sucede algo similar, ya que además de los factores arriba descritos, habría que sumar el mal desempeño que han tenido los gobiernos delegacionales de origen panista (en Miguel Hidalgo, Demetrio Sodi, en Cuajimalpa, Carlos Orvañanos y en Benito Juárez, Mario Palacios), los tres con altos niveles de desaprobación, sobre todo Orvañanos y Palacios.
El PRD podría ganar las 16 delegaciones. En las tres que hoy son gobernadas por Acción Nacional las encuestas señaladas dan como favoritos a los abanderados de la izquierda, Víctor Hugo Romo para gobernar en Miguel Hidalgo, Leticia Varela en Benito Juárez y Luis Rosendo Gutiérrez en Cuajimalpa. De concretarse, sería la primera ocasión en que el PRD gobernara en Miguel Hidalgo y Benito Juárez, donde siempre ha resultado vencedor el PAN.
En caso de que se confirmen estas tendencias, habría que reconocer en primera instancia el desempeño y visión de Marcelo Ebrard al frente de la Ciudad. Aquellos que resulten electos deberán detenerse unos minutos a reflexionar sobre eso que se hizo bien en estos últimos 6 años, con el objetivo de darle continuidad a lo que podemos denominar el proyecto progresista de Marcelo Ebrard.
En el caso de Víctor Hugo Romo, Leticia Varela y Luis Rosendo Gutiérrez deberán demostrar con hechos que pueden hacerlo mejor que las autoridades salientes. La Ciudad de México parece ser la única entidad del país que tiene rumbo, lo que la ha convertido en ejemplo nacional e internacional; estará en manos de quienes resulten electos continuar este legado.
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