Oaxaca es una de las entidades federativas que se encuentran en los últimos lugares de rezago social. De acuerdo con información del CONEVAL, el 92.1 por ciento de su población es pobre; 77. 9 no tiene acceso a la seguridad social; 60.5 carece de acceso a servicios básicos en la vivienda; 36.1 carece de acceso a la alimentación y el 68.8 se encuentra con ingresos inferiores a la línea de bienestar. Pese a ser una entidad rica en recursos naturales de la más diversa índole, los oaxaqueños históricamente han sido relegados del desarrollo nacional.
La principal razón directa de dicha situación son sus gobernantes. De manera indirecta son los propios oaxaqueños que siguen votando por quienes, de manera sistemática, les tienen postrados en la miseria. El Partido Revolucionario Institucional y sus familias por todos conocidas han sido históricamente los responsables de dicha situación. Pese a que existió alternancia en el sexenio que termina, la situación no varió. Entre otras cosas, porque la clase política priista siguió al frente de las principales áreas de gobierno y por la incapacidad del gobernador en turno.
Hoy, el viejo partido se apresta a retomar el poder, por conducto de unos de los hijos de esa clase política que ya ha demostrado su incapacidad para llevar beneficios reales a los oaxaqueños. Por el contrario, se ha documentado el obsceno enriquecimiento de esa clase gobernante a costa del erario público.
Mientras el partido que tampoco supo gobernar en la alternancia muestra su pequeñez en la designación de su candidato, miembro también de la élite política gobernante de facto.
Escucharemos las mismas promesas de siempre en voz de las oligarquías políticas y económicas de siempre. En tanto, mi patria chica se hunde más en la pobreza, y la ignorancia.
@NVS_
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