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El Heaven, una historia de narcomenudeo y ajuste de cuentas que pusieron en jaque al GDF

Hace un año, la vida de 13 jóvenes y sus familias cambió radicalmente. Lo que sería una fiesta de música, droga y alcohol se transformó en secuestro, tortura y muerte. Una venganza, dicen las autoridades judiciales, aunque las víctimas advierten la presencia de la delincuencia organizada.

Todo comenzó en el Bar Heaven de la Zona Rosa, ahí en la calle de Lancaster 27, un after, sin licencia para operar y al que llegaban adultos, jóvenes y también menores de edad, de las 5 de la mañana a las 3 de la tarde.

Aquel 26 de mayo del 2013, Aarón Piedra Moreno, Jennifer Robles González, Guadalupe Karen Morales Vargas, Alan Omar Athiencia, Eulogio Fonseca Arreola, Josué Piedra Moreno, Rafael Rojas Marines, Gabriela Téllez Zamudio, Monserrath Loza Fernández y Gabriela Ruiz Martínez se habían encontrado en el Bar Cristal y de ahí decidieron seguir la fiesta en el Heaven.

También llegó Jerzy Ortiz Ponce, hijo de Jorge Ortiz Reyes, "El Tanque", líder de narcomenudistas y extorsionadores de Tepito, preso en un penal federal; y Alejandro Said Sánchez García, hijo de Alejandro Sánchez, El Papis recluido en la cárcel de Santa Martha Acatitla.

Horas antes, Alan Francisco Daniel Menchaca Bazán, amigo de los hermanos Piedra Moreno, los había conminado a ir como parte de la venganza que planeaban los líderes del grupo de narcomenudista conocido como la Unión de Insurgentes.

Todo obedecía a disputas por la venta de droga pues algunas de las víctimas estaban relacionadas con la organización la Unión de Tepito y porque dos días antes, el 24 de mayo fue asesinado un narcomenudista en la colonia Condesa.

UN HOMICIDIO

Horacio Vite Angel se apostó cómo cada noche al interior del Bar Black, de la calle de Tamaulipas, en la colonia Condesa. Era viernes. Un grupo de sujetos lo sorprendió vendiendo cocaína.

Primero lo golpearon y enseguida El Colosio, El Berna, El Grande, El Richard, El Ratón, El Pescado y Brayan Enrique Torres Razo, "El Pecas", lo sacaron a la calle.

Estos integrantes de La Unión de Tepito lo arrinconaron en una jardinera y ahí, hincado, le dispararon en la cabeza, el cuerpo fue localizado a la mañana siguiente por la Policía.
"El Chaparro", como también era conocido, tenía dos impactos de bala y en los bolsillos de su pantalón varias dosis de cocaína.

En represalia a esta ejecución, Javier Rodríguez Fuentes, "El Javi" ordenó a otros integrantes de su organización que investigaran quiénes eran los responsables. Así planearon la ejecución de los jóvenes de Tepito en menos de 48 horas.

Para ello, hubo complicidades: Ernesto Espinoza Lobo y Jesús Carmona, líderes de Los Lobos y dueños de discotecas y bares; Los hermanos Mario y Dash Rodríguez Ledesma, conocidos como “Los Moschino” y quienes eran accionistas del Bar Heaven y socios de “El Lobo”.

UN SECUESTRO

Era domingo, los jóvenes de Tepito llegaron en grupo por la mañana al Bar Heaven, después de estar en el Bar Crystal. Todo estaba dispuesto, ninguno de los dueños estaba en el sitio, apenas Andrés Estuard Henonet González, de 38 años de edad y Gabriel Carrasco Ilizarriturri, alias “El Diablo”, (ambos choferes y golpeadores al servicio de los hermanos Ledesma).

El grupo armado llegó, unos se apostaron en el exterior del local, otros subieron al segundo piso para ordenar a todos los que ahí se encontraban que salieran, pues se trataba de un operativo policiaco.

Afuera, ya los esperaban varios hombres que los subieron a unas camionetas, al menos ocho. Eso lo supo la Procuraduría General de Justicia del DF por unas cámaras de seguridad instaladas en ese punto y por el testimonio de un joven que pudo huir por la azotea.

Ismael García, "El Polo", presunto gerente del bar Heaven, fue testigo de todo lo que ahí ocurrió y en donde participaron más de 30 personas y ocho vehículos.

Con el paso de los meses, las autoridades supieron que con las víctimas a bordo de las camionetas emprendieron en convoy el camino hacia el municipio de Tlalmanalco, estado de México.

En el Rancho La Negra, uno a uno de los jóvenes descendieron, los agresores separaron a los hombres de las mujeres para ejecutarlos con disparos de arma de fuego, cercenarlos y finalmente enterrarlos en una fosa a la que cubrieron con un piso de cemento.

UN PLANTÓN

Conforme pasaron las horas, los padres de los jóvenes iniciaron la búsqueda de sus hijos, hasta que de forma separada llegaron al Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA), de la Procuraduría General de Justicia del DF.

Fue en esas oficinas donde coincidieron las familias afectadas que al no ver una respuesta satisfactoria de la autoridad decidieron manifestarse en las calles.

Con pancartas denunciaron el secuestro de sus hijos, cerraron las calles aledañas al Barrio Bravo de Tepito y obligaron a las autoridades a iniciar la búsqueda y a sentarse a mesas informativas.

El director de Capea Francisco Trujillo fue destituido, la Comisión de Derechos Humanos del DF inició diversas quejas y el gobierno del DF en voz de su titular, Miguel Angel Mancera negó la existencia de grupos del crimen organizado y del narcotráfico.

Al mismo tiempo, pidió colaboración de las Procuraduría locales y de la PGR. Ejecutó cateos a bares y casas particulares, operativos en otros estados hasta que las autoridades federales ubicaron una fosa clandestina.

El 21 de agosto del 2013, la PGR anunció que 13 cuerpos estaban empalmados y cubiertos con varias capas de cemento para complicar su identificación. Con el tiempo determinaron que algunos cadáveres estaban desmembrados.

LOS DETENIDOS

Al cumplirse un año del secuestro, la Procuraduría capitalina documenta 24 personas detenidas y cinco órdenes de aprehensión pendientes además de indagar a otros 12 hombres más.

Entre las personas sujetas a proceso penal están cuatro elementos de seguridad adscritos a la unidad de Protección Ciudadana Ángel-Zona Rosa, de la delegación Cuauhtémoc: Jorge Clemente Martínez Pérez, José Zequera Zavala, Daniel Valverde Trujillo y Edgar Ernesto Gutiérrez Vera.

Gutiérrez Vera tenía 6 años en la Secretaría de Seguridad Pública del DF y al mismo tiempo coadyuvaba con narcomenudistas de La Unión, al establecer una estrecha relación con "El Javi", a quien alertaba de la realización de operativos y rondines de vigilancia.

El día del plagio realizó funciones de distracción a bordo de un taxi, junto con César Iván Romero Reyes.

Destaca la última consignación, "El Javi", ubicado en el Edomex con más de dos mil dosis de cocaína e identificaciones falsas. Al ser detenido, dijo ser él a quien la Policía buscaba.

De Mario Rodríguez Ledezma, sus colaboradores más cercanos, los sicarios y aquellos que solo condujeron los vehículos. Dax Rodríguez Ledezma, el otro socio apareció ejecutado en el estado de Morelos.

LA IDENTIFICACIÓN

El 21 de agosto fueron localizadas las fosas donde estaban los cuerpos de los jóvenes del Heaven.

Un día después, tras realizar pruebas de ADN a los restos hallados en las fosas de Tlalmanalco, la Procuraduría General de la República confirmó que al menos cinco de los cuerpos correspondían a los jóvenes plagiados tres meses antes del bar de la Zona Rosa; posteriormente se dio a conocer que el resto de los cuerpos eran de las otras víctimas, pero sólo cuatro accedieron a reclamarlos.

Las otras nueve familias solicitaron un peritaje adicional, el cual fue realizado por expertos argentinos, y cuyo resultado confirmó el pasado 3 de mayo que los cuerpos de las fosas de Tlalmanalco eran los de los jóvenes sustraídos del Heaven.

Hoy, todos fueron sepultados. En el juzgado 25 penal siguen proceso penal los detenidos por secuestro agravado cuya penalidad es de 70 años de cárcel.

Las autoridades judiciales mientras tanto buscan a "El Polo" y a personajes como Ricardo Castillo "El Moco"; Omar Romero, "El Colosio"; Francisco Hernández Gómez, "Pánico Cayagua", integrantes de La Unión.

La CDHDF informó que seguirá al pendiente pues el GDF tiene pendiente de dar cumplimiento a la recomendación emitida por el caso.

Por los que hace a las autoridades capitalinas, insisten que no hay crimen organizado a pesar del juicio de amparo que ganaron los familiares de las víctimas para que la PGR también investigue los hechos.

Ellos, los padres, rezarán hoy en la Basílica de Guadalupe para recordar un año de la muerte de sus hijos.

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