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Sin la visión de los pueblos originarios, no puede existir una Constitución en la Ciudad de México: CPBODF

“No existe en la República Mexicana otros pueblos más devastados que los pueblos originarios indígenas de la Ciudad de México. Tenemos una deuda histórica qué cumplir y ahora se convierte en oportunidad para lograr un pacto social rumbo al constituyente, porque no puede existir una Constitución que no reconozca a quienes dieron fundamento a este territorio: los pueblos que ya estaban aquí antes de la invasión”, aseguró Fabiola Poblano, presidenta del Consejo de Pueblos y Barrios Originarios del Distrito Federal.

El reconocimiento a los pueblos originarios y sus barrios, su libre determinación o autonomía no significa, un gobierno aparte o una actitud separatista. Se busca la inclusión y la participación, lo que tiene que ver con los mecanismos de reconocimiento, dijo luego de entregar a asambleístas los planteamientos jurídicos ante la reforma política y la Asamblea Constituyente para ser incorporados a la Constitución.

Poblano Ramos fue invitada a participar en la Segunda Plenaria del Grupo Parlamentario del PRD en la ALDF. Ciudad de México “Rumbo al Constituyente”, acto en que la presidenta de la Comisión de Grupos Vulnerables, Elizabeth Mateos, se comprometió a subir un exhorto a los 16 jefes delegacionales para que instalen en lo inmediato el Consejo de Pueblos y Barrios, tras escuchar el señalamiento de que sólo las delegaciones Iztacalco, Benito Juárez y Cuauhtémoc han cumplido con esa obligación.

Un nuevo pacto social, explicó, debe tener un reconocimiento pleno a los pueblos originarios de esta ciudad, para lo cual es fundamental e histórica la actividad de la Asamblea Legislativa, porque a diferencia de otros estados, donde se identifica a los grupos étnicos, en la Ciudad de México no se ubica a los pueblos en sus propias delegaciones, y menos los encargados de la elaboración, implementación y ejercicio de las políticas públicas.

Explicó que la invisibilización de los pueblos indígenas es resultado de una política de Estado de discriminación, exclusión y asimilación en las hoy 16 demarcaciones territoriales asentadas en los territorios originarios de los más de 140 pueblos y 191 barrios pertenecientes.

Aspecto principal, indicó, es el territorio, ya que tiene que ver con la viabilidad y sustentabilidad de la Ciudad de México, que depende de sus pueblos: El suelo de conservación, de 87 mil 297 hectáreas, solamente del 60% del territorio.

También mencionó que este grupo es el único actor social que ha pasado tres legislaturas (IV,V y VI) con proyectos y dictámenes cumplidos sin una ley de pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes; en el último período extraordinario, estaba prevista que subiera al pleno para ser votada y no ocurrió.

La titular del Consejo de Pueblos y Barrios Originarios refirió que otra forma de exclusión y discriminación de que ha sido objeto ese órgano de participación ciudadana es la negativa de la autoridad a otorgarles presupuesto, lo cual ha ocurrido desde el 2013. Cuando les fue aprobado, la Comisión de Presupuesto determinó que no le fueran entregados los recursos.

No obstante, recordó, se logró que la Ciudad de México haya sido nombrada como sede internacional de los pueblos originarios, así como distintos encuentros, foros y actividades, con el propósito de promover la importancia de los pueblos originarios, ya que hasta 2008, la lucha era por existir, puesto que sólo se reconocía la existencia de pueblos indígenas en apenas 4 delegaciones del entonces Distrito Federal.

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