Camino a la trasversalidad en materia de Derechos Humanos
Nuestra Constitución establece en los artículos 1 y 133 que todas las personas gozarán, tanto de los derechos humanos previstos en el marco jurídico interno así como de aquellos reconocidos en los Tratados Internacionales de los que nuestro país es parte.
La defensa a la trasversalización de los derechos es una tarea permanente y para su institucionalización resulta necesario desarrollar acciones encaminadas a la tolerancia, a la no violencia, a la inclusión y al respeto de la dignidad de todas las personas desde la diversidad y los distintos contextos en los que se encuentren., es decir, visibilizarlas y reconocerlas como sujetas de derechos.
Estas aportaciones requieren de la participación activa de las instituciones de gobierno, de organizaciones de la sociedad civil y en general de todas y todos, lo cual se traduce en involucrarnos en el diseño e implementación de programas y políticas públicas que tenga como eje una perspectiva de respeto a nuestros derechos, para que en los hechos, se propicien las condiciones necesarias que garanticen su accesibilidad y, por tanto un pleno ejercicio de los mismos.
Es necesario precisar y resaltar que la trasversalidad es indispensable para el fortalecimiento de instituciones democráticas que incida en una cultura de respeto, de trato igualitario, sin discriminación para las mujeres, hombres, niñas y niños, jóvenes, grupos indígenas, personas con discapacidad, siempre con enfoque de género, atendiendo a su cultura, preferencia sexual, valorando y atendiendo sus implicaciones.
Pero, debemos estar convencidas y convencidos del compromiso que implica trazar este camino para que podamos impulsar procesos realmente intencionados y orientados a conseguirlo, desde los espacios o roles en los que nos encontremos ya sea político, legislativo, cultural, social, etc.
Está claro que al día de hoy el camino es largo y es esencial recorrerlo con incidencia, atrevernos con pleno convencimiento, compromiso, valor, coraje y convicción para realmente lograr un cambio estructural y positivo en nuestras instituciones en beneficios de todas las personas.