Comunicar sin fomentar violencia
La violencia es un fenómeno que, en sus diferentes contextos, lamentablemente se ha convertido en parte de nuestra realidad cotidiana. No es menor la exasperación, coraje y el dolor que ha transformado nuestras vidas por las agresiones, y atropellos que están marcando a nuestro país.
Lo anterior, nos ha motivado a expresarnos, manifestarnos, y a trasmitir y comunicar, a través de distintos medios, nuestra indignación. Hoy con el uso de las redes sociales tenemos la oportunidad de dejar evidencia de los fenómenos que afectan a la sociedad., sin embargo recordemos que el derecho a la libertad de expresión tiene un sentido claro de equilibrio que implica el respeto a otros derechos.
Sin duda somos solidarias y solidarios y la unión hacia la protesta ha sido evidente por motivos de injusticia y violaciones a derechos humanos, que de una u otra forma hemos presenciado o padecido., no obstante considero una necesidad urgente el encontrar formas de participación, de expresión, manifestación y comunicación sin fomentar la violencia., lo anterior, en el entendido de que lo que todas y todos buscamos es fortalecernos como una sociedad que pueda ejercer libremente sus derechos y que contemos con un Estado capaz de garantizarlos.
Esto significa reflexionar y hacer de lo que comunicamos y cómo lo hacemos, un instrumento de información efectiva y de ejercicio de derechos, que constituya una herramienta de incidencia en un marco de cultura de paz y que implique el respeto a la dignidad de todas las personas.
Al punto, al que deseo arribar, es que el valor para luchar por el respeto a nuestros derechos humanos no se puede, ni debe ser traducido bajo ningún esquema en acciones violentas o de intolerancia.
Aún y cuando no somos responsables de todo lo que sucede, sí depende, en mucho, de nosotras y nosotros que participemos de manera responsable y bajo una lógica de compromiso social impulsando e incidiendo en políticas en materia de justicia y de paz.
Estoy convencida que sí es posible.