Cuidémonos

Regresar laboralmente a vivir, sin metáfora -de y desde adentro- las cárceles los 365 días del año; volver a compenetrarnos en sus componentes un lustro después.

Tener mirada de cerca y a la distancia las perspectivas; enfoque sistémico de las fuerzas, oportunidades, debilidades y amenazas que permitan potencializar soluciones estructurales o coyunturales en tiempo y forma, la firme convicción del quehacer personal y el trabajo en equipo con mis jefes y colaboradores, todos juntos, en un alto contexto de adrenalina, constituyen retos de la responsabilidad y cohesión institucional que asumimos.

Se sabe que los denominados grupos vulnerables son vinculados y estigmatizados en función a raza, edad, sexo, condición económica, social, características físicas, situación cultural, orientación sexual y otros, en su historia de vida enfrentan mayores obstáculos en el ejercicio de los derechos humanos.

Una interrogante inicial ¿Cuáles son los grupos de población considerados vulnerables? En lo general, el colectivo pudiera coincidir en la respuesta: Infancia, jóvenes, mujeres, adultos mayores, poblaciones callejeras, comunidades indígenas, población LGBTTTI (Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgénero e Intersexual), personas migrantes, refugiados y solicitantes de asilo, personas víctimas de trata y explotación sexual, las personas con discapacidades y otros. Invitamos a jerarquizarlos según la exposición a condiciones de desamparo, incapacidad, marginación o maltrato.

Para muchos el sistema penitenciario mexicano está en crisis, el hacinamiento extremo en las instituciones, que provoca el uso excesivo de la pena privativa de prisión, lo han llevado según expertos en una verdadera "bomba de tiempo", un problema de atención urgente y decidida.

Con 420 instituciones penitenciarias en el país, población cercana a los 245 mil internos, es un verdadero reto. Algunos estados realizan esfuerzos sin -desde mi perspectiva- alcanzar resultados muy significativos; siguen siendo considerados espacios que generan contaminación criminógena por la convivencia entre internos de diferentes perfiles y otros.

Habitualmente colocamos nuestra atención sobre motivos para priorizar áreas de oportunidad relacionadas con la imagen personal que en algún sentido resulte de propio interés destacar o reservar.

Los expertos argumentan que no es nada patológico, en este sentido, quizá coincidiremos que las personas adultas ya lo tienen resuelto en lo general y deciden por las alternativas de la moda que mejor les aplica en sus contextos, estilos de vida e individualidad. Sin embargo, en los adolescentes y jóvenes principalmente, por sus perfiles vigorosos y características innatas de asumir los riesgos asociados a la construcción de sus propios "contextos, estilos de vida e individualidad" obtienen respuestas a sus inquietudes involucrándose en procesos derivados de los contenidos de esos temas de los cuales algunos les favorecen y otros resultan dañinos. Presentamos un caso, que incide desde nuestra perspectiva, con efecto negativo en la historia de vida.